sábado, 16 de octubre de 2010

El increíble poder maléfico del pezón femenino

No se a vosotros pero a mí siempre me ha intrigado la manía por no mostrar el pezón femenino en público. Y digo femenino porque los hombres no tienen ningún problema a la hora exhibir su torso desnudo en público. Y digo pezón porque el seno se adivina e incluso se muestra casi en su integridad muchas veces y en horarios infantiles, juveniles o adultos.

Fijémonos en estas dos fotografías:
Son de la misma persona, en ambas se capta el seno en toda su redondez pero en una se distingue el pezón – se resalta, diría yo – y en la otra no. Por supuesto la fotografía escandalosa es la de la derecha, la de la izquierda se considera un tierno fetiche para adolescentes.

Este y los miles de casos que se dan habitualmente en los medios de comunicación me han llevado a considerar la posibilidad de alguna fuerza oculta, maléfica por supuesto, detrás del pezón femenino.

¿Qué tiene esta diabólica aureola que provoca reacciones tan airadas? ¿Qué oculto poder se esconde detrás de la glándula nutricia? ¿Por qué salta el escándalo cada vez que aparece por sorpresa cuando no se le espera?

Sin duda esto debe tener una razón. No se prohíben las cosas así como a así. A mí se me ocurre que quizá los pezones femeninos son una especie de arma ultrasecreta que envía unos rayos invisibles cuya principal característica es producir lascivia y desenfreno.

No descarto un posible poder hipnótico sobre la parte masculina de la población. Los varones quedaríamos sensibilizados desde nuestra más tierna infancia al estar obligados alimentarnos de ellos para sobrevivir. Con el tiempo quedaría en nuestro cerebro una impronta que nos alelaría al contemplarlos sin prenda textil protectora. Al parecer las gafas de sol no valen.

Algo de verdad debe haber en esto, el comportamiento más típico del macho en la especie humana al contemplar el pezón femenino ralla en la discapacidad mental. El más inteligente se vuelve bizco, se pone a babear o, en los casos más grabes, pronuncia palabras soeces o emite sonidos guturales. Curiosamente son los adultos quienes tienen las reacciones más agudas, los niños parecen prestar una atención relativa, salvo en su periodo de lactancia, ven los pezones femeninos con absoluta normalidad.

No tengo respuesta para todas las preguntas que se apoderan de mi cerebro, es un problema que sobrepasa mi capacidad mental. Algo turbio y peligroso se esconde detrás de esta glánadula mamaria. Confío en la ciencia para encontrar las respuestas.

martes, 14 de septiembre de 2010

Ser sexi no significa ser borde

Seguramente gobierna mi subjetividad la idea que tengo sobre el Erotismo. Al considerarlo una actividad lúdica, placentera y alegre me choca en gran medida la proliferación de anuncios donde aparecen maniquíes (intento no llamarlos modelos) bellos en actitud distante, malhumorada e incluso retadora.
Sin duda los creativos publicitarios deben tener miles de datos estadísticos en los que basan la utilización de esta actitud, o no, pero a mi cada vez me fastidia más. Cada vez da más mal rollo mirar una verja publicitaria.
No se a vosotros, pero a mí me aburre esta imagen que pretende unir la altivez, la chulería y la estupidez (en el sentido agresivo del término) con el Erotismo. Una unión del todo artificial si tenemos en cuenta lo dispuestos que estamos al juego y la diversión como especie. Ninguna es tan juguetona ni disfruta tanto con los intercambios eróticos, ni se los toma tan a broma como los humanos. De hecho, el sentido del humor es un sentimiento puramente humano.
Este país tiene una larga tradición en el erotismo divertido. Desde el Siglo de Oro con el humor erótico tipo “Lozana Andaluza” y mucho antes con “El libro de buen amor”, pasando por los cuplés de principios de siglo como el “barreja nena” (mezcla niña) que haciendo una alegoría cocktailera de la masturbación divertía y a la vez calentaba a nuestros abuelos. Por no hablar de la revista y sus dobles sentidos y de las películas de Esteso y Pajares. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, vienen mandando en estos asuntos una retahíla de especialistas empeñados en aguarnos la fiesta y presentar las personas de atractivo erótico como inalcanzables, distantes y estúpidas.
La antaño jovial, risueña y pícara corista se ha sustituido por una mujer aislada en el imaginario pedestal de su belleza, sin ningún interés por bromear a la espera de que un torbellino  de pasión la arrastre a los brazos de un hombre, muy hombre. Ese hombre muy hombres es también distante y despreciativo. Tanto es el desprecio y la distancia de ambos que uno llega a preguntarse cómo pueden terminar en la cama. Pero terminan. Y cuando terminan es todo serio y trascendente. Si es cine normal será breve, normalmente se pasan de cortos. Si es porno será largo, demasiado largo (normalmente se pasan de extensos). Pero siempre serio, serio y trascendente.
Lo siento pero añoro esas películas porno de principios de los ochenta con mujeres sin depilar risueñas y felices perseguidas por sátiros empalmados también peludos, donde no faltaba un chiste verde o una alusión jocosa. “Pero aquello era machista” me diréis y con razón. Si, lo era, pero ahora continúa siéndolo y además es aburrido.
Para muestra un botón. No he tenido que buscar mucho para ilustrar mis argumentos con un vídeo. Mirad a este cretino en acción (me refiero por supuesto al personaje, no al actor):



He aquí otro ejemplo. No he tenido que ir muy lejos: 





sábado, 24 de julio de 2010

Pildora eroticogastronómica sobre la prostitución

Existe un tipo de cliente que se considera, cuanto menos, una ONG con pito. Va por el mundo creyéndose benefactor de la sociedad por que ayuda a la "pobre negrita" de turno y además, le da placer.

No se pregunta por qué está esa chica ofreciendo su cuerpo y nunca se le pasa por la cabeza pensar en que puede estar traficada. Es más, el siempre pregunta y ella siempre le responden “no, lo hacemos por gusto y contigo con más gusto”.

Bueno, pues estos tipos deberían leer la siguiente noticia. A ver si así tomaban un poco de conciencia:

http://www.publico.es/espana/329526/duena/burdel/ponia/anuncio/diez/dias

domingo, 18 de julio de 2010

Píldora eroticogastronómica: Una nueva estrategia para abordar la prostitución

Respaldo plenamente las palabras de la ministra de igualdad Bibiana Aído en una entrevista que publica hoy El PaísTenemos un plan de lucha contra la trata. Hemos estado durante demasiado tiempo con un debate de prostitución sí o no y nos hemos olvidado de las esclavas. Y ahora contamos por primera vez con una herramienta integral de lucha contra la explotación sexual y hay que atender en primer lugar el grueso del problema, ese 90% de las prostitutas que están esclavizadas…. Está demasiado normalizado y a mí me sorprende, pero nuestro objetivo es que aquellos hombres que defienden los derechos humanos se planteen cuando consuman prostitución que quizá esas mujeres no están ahí porque quieren. Con eso me daría por satisfecha.
No se si la cifra es correcta o no y francamente me da igual. Como dice la ministra es el grueso del problema. Y ahí podemos estar todos, los favorables a la prostitución y los que están en contra.

martes, 13 de julio de 2010

Píldora eroticogastronómica: El final de “Efecto Carbonero”

Y la selección ganó el Mundial. Todos contentos. Al final no había coño de criptonita. En realidad no existen los coños de criptonita. Lo que sí existe es un coñazo de mentalidad machista y trasnochada, mucho misógino camuplado y bastante mala leche en los medios de comunicación.
Ah y también mucho machito deportista incapaz de asumir su responsabilidad ante el fracaso y muy predispuesto a achacar su falta de fuerza o concentración a los escarceos amorosos.  Es una superstición y nada más.
Lo normal es que un intercambio erótico proporcione placer y relajación, quite tensiones y deje la mente más preparada para la prueba deportiva. A este respecto recuerdo el testimonio de un amigo, un deportista ya fallecido con una carrera rota por la Guerra Civil. Un esquiador que continuó activo hasta los ochenta y dos años. Una noche de verano, durante una de las conversaciones con las que tuve la suerte de ser obsequiado me comentó: “Eso de que el sexo es malo para el deporte es metida. Yo, antes de competir le echaba un polvo a mi mujer y luego corría como el que más”.
Sirva este mundial para aclarar algunas mentalidades turbias demasiado abundantes en el mundo del deporte. Y otra cosa. Las personas somos personas, no máquinas.  Si uno no puede darse el gustazo de besar a su novia delante de todo el mundo ¿Para qué sirve tanto esfuerzo? Hay mucha envidia detrás de las acusaciones de falta de profesionalidad. El trabajo de la chica no se vio afectado, en nada, por esa escena. Supongo que sí afecto a esas mentes negras envidiosas del éxito profesional y afectivo de ambos ¡Que les den!

sábado, 10 de julio de 2010

¿Jesús en un prostíbulo?




Promocionar la mujer “barbie” como modelo de belleza, el plástico y la silicona, la objetualización  de la mujer y, en muchos casos, un cierto menosprecio a la inteligencia femenina, son cosas tolerables. Pero poner a Nuestro Señor en prostíbulo apiadándose de una prostituta, eso es una barbaridad. Así debieron pensar –en su inconsciente- los directivos de Playboy cuando decidieron rescindir el contrato con la filial portuguesa.
De hipócrita, cuanto menos, puede considerarse la reacción de la empresa por la publicación de un homenaje a José Saramago basado en su famosa novela “El Evangelio según Jesucristo”. Hipócrita por que, evidentemente, no es consecuencia de una moral cristiana integrista sino de un temor a los grupos fanáticos y sus acciones legales.
Desde hace demasiado tiempo en Estados Unidos existe un acoso contra cualquier postura laica por parte de grupos parafascistas aliados con ultramercantilizadores también conocidos como ultraliberales. Son los que ha venido en llamarse neoconservadores. Este estado de cosas ha llegado a tal extremo que las personas y las instituciones ya no esperan la reacción, se adelantan a ella y toman medidas contra los empleados o socios “demasiado creativos”.
En mi opinión esta portada (no he visto todo el reportaje) hubiera sido muy celebrada por el escritor. Sobre todo por la antítesis que plantea la posición de las figuras. Es una inversión sexual de la piedad. En la clásica María se apiada de su hijo muerto tras el suplicio, en esta Jesús mira con ternura a la prostituta agotada (quiero pensar que no está muerta) tras una jornada de explotación.
No debería esta imagen suscitar ninguna polémica por que es coherente con el personaje estar ahí donde se abusa de las personas. Pero la obsesión por defender la castidad de lleva a los ultracristianos a alejarlo de cualquier contacto con el pecado. Creo que lo que más les molesta no es esta estampa, les molesta lo ambiguo de la representación ¿Está Cristo realmente en un prostíbulo? ¿Por qué permite la desnudez de las chicas? ¿Ha gozado con ellas?  
Es posible otra interpretación, una interpretación más irreverente, si cabe: La portada podría ser una total inversión de los valores de la jerarquía cristiana integrista (que no del Evangelio). En las piedades aprobadas por la Iglesia se celebra la estética de la muerte y el dolor. En esta (si no consideramos a la chica como prostituta, claro) se celebra la vida y el placer. En la clásica la Virgen llora desconsolada la muerte de su hijo sin saber que pronto resucitará. En esta nueva versión Cristo espera la recuperación de la chica tras el orgasmo ¿Quizá para continuar?
La postura católica según la cual Jesús fue siempre casto es indefendible, se mire por donde se mire. Tiene además intereses ocultos (detrás de los tabues hay siempre intereses, públicos o privados, pero los hay), con la promoción del celibato evitan la descendencia de los sacerdotes y así conservan su patrimonio dentro de la Santa Madre Iglesia. Un patrimonio que de otra forma iría a parar a sus hijos.
Triste es la censura en el siglo XXI, pero más triste es que la ejerza la posible víctima, de forma voluntaria y adelantándose a sus verdugos. Pero más triste es aún mantener a todo un colectivo sacrificándose de forma inútil para preservar las riquezas sin darles, por otro lado, ninguna salida digna a su natural tendencia a querer disfrutar del Erotismo. 

lunes, 5 de julio de 2010

Píldora eroticogastronómica sobre la prostitución

Redada policial en una área de prostitución de Barcelona (Alrededores del Estadio del FC Barcelona). Según información se detuvo a prostitutas y se identificó a clientes. La tele sólo identificó prostitutas.

Píldora eroticogastronómica sobre la vagina de criptonita

El sábado 3 de Julio Iker Casillas paró un penalti ¿Habrá superado los efectos de la criptonita vaginal? ¿Es necesario apartar a la "arpía" de los jugadores de cara al partido con Alemania? No son preguntas baladí, el miércoles los superhéroes se lo juegan todo a una carta.
¿Será, una vez más, una mujer la causa de la desgracia?

viernes, 2 de julio de 2010

Sara Carbonero. O el extraño caso de la vagina de criptonita

Estos últimos días se ha estado comentando sobre la posible influencia negativa de la periodista sobre el portero de la Selección Española. Según algunos periodistas deportivos la chica distrae al guardameta durante los partidos. Esa, y no otra, es la causa de los dos goles en contra que lleva “la roja” en este Mundial.


Cada uno es dueño de decir todas las sandeces que se le ocurran, pero los medios de comunicación deberían ser un poco más rigurosos a la hora de reproducirlas. Claro que si el que las dice es el presidente de los periodistas de Madrid ¿Cómo se van a estar de publicarlas?

El mundo del deporte es como un mar de testosterona. Basta con escuchar una transmisión para darse cuenta de cuan abundantes son las referencias testiculares, cómo se alaban las virtudes guerras y cómo se cuelan, demasiado a menudo, comentarios machistas. No es pues de extrañar que este tipo de razonamiento cunda ambientes como este.

Para el imaginario colectivo del mundo del deporte, las mujeres son auténticas vampiras energéticas. Los pobres deportistas, jóvenes y sanos, concentrados únicamente en esforzarse y cumplir con el ideal olímpico, caen víctimas del hechizo femenino y pierden la fuerza, o la concentración.

Cual Dalilas armadas de tijeras metafísicas se encargan de robar su fuerza y es tal su sevicia que no se detienen ante patria o familia. Hacen como la ladina Lois Lane, en la tercera parte de Superman, cuando convierte al superhéroe en una triste imagen de si mismo, tras una noche de pasión. Se diría, aunque no queda claro en el guión, que tenía el coño de criptonita.

Quizá nuestra Sara posea unos atributos de características similares y haya trastocado la mente y la bragueta del héroe nacional, convirtiéndolo en un chiquilicuatre cualquiera, temeroso ante la acometida de un delantero con la testoesterona en su sitio.

¡Que malas son las mujeres! ¡Vive Dios! Diría algún inquisidor misógino de los muchos que han poblado, por desgracia, la tierra ibérica. Ahora no tenemos Inquisición, no quemamos herejes en las plazas públicas, ni sometemos a tortura a la brujas, pero la mala leche contra las mujeres continúa en la mentalidad de algunos periodistas capaces de reducir a cenizas la reputación profesional de quien no encaja en sus esquemas. Torquemada pasó a la Historia, quizá Urbaneja quiera tomar el relevo. Nunca se sabe.

viernes, 11 de junio de 2010

La Ninfómana

Este viernes 04 de Junio se emitió un mini reportaje sobre el estreno de la película “Sexo en Nueva York 2”. Los promotores tuvieron a bien hacer algo más o menos original: Elaborar un coctel inspirado en cada una de las protagonistas.


La cosa no pasaría de ser el típico publireportaje encubierto de noticia, si la presentadora no hubiera hecho un comentario propio de una forma de pensar que aún perdura. Era a propósito del coctel dedicado a Samantha, una “explosión de los sentidos”. Entonces la susodicha expuso: “Lamentablemente nuestros espectadores saben que la Samanta es ninfómana”. Solamente la intervención de Sergi Tapias le quitó hierro al asunto aludiendo que donde estaba el problema.

La ninfomanía es el nombre que define la adicción al sexo cuando la protagonista es una mujer. Se trata de una palabra periclitada porque desde su origen fue empleada para reprimir el comportamiento erótico de las mujeres. Porque lo que se consideraba – y se considera como vemos- ninfomanía en los hombres ser veía – y se ve- normal.

Samantha no es una ninfómana, tiene una vida erótica mucho más activa que mayoría de mujeres, pero esto no le supone ningún problema. Su vida profesional y su vida personal, en buena medida, exitosa.

Quizá esta encarnizada reacción – fina pero encarnizada – sea consecuencia de presentar este comportamiento como normal. Si a la activa vida erótica de Samanta se le hubiera añadido algún drama, algún SIDA, alguna depresión por no ser madre, algún despecho hiriente o incluso alguna violación, el personaje hubiera sido mejor valorado.

El “parejismo”, religión mayoritaria en nuestros días, necesita también de Magdalenas arrepentidas o de almas condenadas al sufrimiento en soledad. Sirven de ejemplo para aquellos – sobre todo para aquellas – que se atreven a transgredir el sagrado mandamiento que reza así: “Tendrás pareja cueste lo que cueste. Y, a partir de una edad, si no la tienen, con quien sea”.

miércoles, 17 de marzo de 2010

¿Porno para mujeres o porno para personas?

La censura puritana imperante a principios de siglo XX engendró el cine pornográfico. Al prohibir la exhibición de cuerpos, actos u objetos de marcado significado erótico exacerbó el deseo de muchas personas por presenciar dichos actos. Los productores de películas vieron aquí un filón a explotar, la gente quería ver aquello que le ocultaban.
Empezó así una industria clandestina especializada en comercializar filmaciones de algo contenido erótico. Era un gran negocio. Con poco, muy poca inversión, se conseguían pingues beneficios en el mercado clandestino. Los productos eran de mala calidad artística, llegando a veces a ser incluso defectuosos desde el punto de vista técnico.
Los principales consumidores de aquellas filmaciones  -llamarlas películas es demasiado- eran en su mayoría varones. La oferta se ajustó a la demanda y los contenidos estaban de acuerdo con una concepción masculina de la sexualidad. O al menos la concepción de la sexualidad masculina de la época.
En los años setenta del siglo XX el porno salió de la clandestinidad. Durante los ochenta y los noventa se convirtió en una industria legal. El público en general fue accediendo a estas películas impulsado por un espíritu transgresor. Aún la moral era contraria al visionado de tales películas y eso impulsaba el morbo de la gente.
La calidad de las películas continuó, salvo honrosas excepciones, siendo baja y los contenidos acordes con el estereotipo masculino de sexualidad. Pero tuvo un efecto pernicioso añadido: Actuó como refuerzo del estereotipo de tal forma que muchos adolescentes aprendieron y aprenden a desear lo que aparece en los DVD o en los archivos pornográficos.
Ahora el porno ya no es transgresor. A nadie se le censura por mirar este material. Ahora el porno se ha convertido en material educativo, de muy baja calidad, con valores patriarcales muy marcados, en algunos aspectos perjudicial, pero con un destacado papel en la educación de la sexualidad juvenil. Además ha perdido el espíritu festivo que dominaba las películas eróticas durante los años ochenta. Ahora el porno, por desgracia, es material educativo extraescolar.
El porno además se especializó en temáticas. Hay porno gay, porno para lesbianas, porno sadomaso, porno con ancianos, porno con animales etc. Todos ellos, por cierto, bastante más creativos que el porno para heterosexuales, convertido en casi un ritual religioso por rígido y repetitivo.
De entre estas especialidades apareció durante la primera década del siglo XXI el  mal llamado porno para mujeres. Es una nueva concepción donde tan importante como presenciar un coito es la historia que lo envuelve. El cine no X, el de exhibición pública, ha reducido el erotismo a escenas muy rápidas. La historia se come la escena, la acorta, es necesario estar poco rato para continuar la trama. El cine porno normalizado alarga las escenas demasiado, hay muchos planos muy cortos de genitales y las historias son anodinas.
Las mujeres fueron apartadas de la pornografía desde el inicio. Se han incorporado muy recientemente y normalmente a través de sus parejas. Como no habían sido educadas en la visión de escenas tan rígidamente esteriotipadas las encontraron bastas, repetitivas, insulsas y aburridas. Algo similar le puede ocurrir a alguien ante la visión de una danza exótica que repita “in eternum” los mismos movimientos. Había ganas de ver escenas de alto contenido erótico, incluso de presenciar prácticas, pero la forma de presentarlas no las satisfacía.
Muchos hombres, entre los cuales me encuentro, con la edad, fuimos también perdiendo interés por visionar determinado material. Pasado el gusanito de lo trasgresor, cuando ver películas X es ya algo cotidiano, el cuerpo y sobre todo el cerebro te pide algo más.
La aparición de películas diferentes, donde hay una historia, donde los planos de los genitales no duran cinco, diez o más minutos y donde se cuida la estética, llamó la atención de muchas mujeres pero también la de muchos hombres. La inteligencia erótica no depende del sexo, depende de la persona y de su madurez.
Llamar al cine erótico inteligente “porno para mujeres” nos hace un flaco favor a los varones. Porque nos etiqueta como consumidores sin criterio estético, incapaces de apreciar un trabajo bien hecho, con un erotismo basto y poco imaginativo. Y esto no es verdad. Los hombres no somos así. Quizá a una industria acomodada en la producción de basura estética le convenga difundir esta imagen, pero los varones hemos sido capaces de crear joyas de la literatura erótica de un gran nivel.
Ver producciones como las de Erika Lust son una buena forma de educar la vista y el erotismo, de salir del esteriotipo en el que hemos sido educados y de aprender a disfrutar del porno como si de un plato refinado se tratara. Los varones llevamos comiendo alfalfa erótica durante mucho tiempo, ya va siendo hora de probar comidas más elaboradas.
En una palabra las mujeres y también los hombres deben ser tratados como algo más espectadores sin criterio dispuestos a aceptar cualquier cosa mientras salga gente desnuda. Necesitamos un porno para personas.

Si queréis saber más sobre el tema mirad esta entrevista a Erika Lust:

martes, 2 de marzo de 2010

El golfista golfo

De acto inquisitorial se puede calificar lo acaecido estos días con el señor Tiger Woods. Uno puede tener su opinión sobre si faltar al pacto tácito de exclusividad sexual es o no reprobable pero me parece indigno someter a una persona a escarnio público por una falta privada, íntima diría yo, que sólo atañe a él y a su esposa.


Pero la sociedad americana de este principio de siglo XXI parece empeñada en volver al siglo XIX. Y lo hace sin pudor, imponiendo su moral puritana, pacata e hipócrita.

Si entonces eran los poderes públicos quienes se hacían cargo de imponer un orden sexual. Ahora parecen haber tomado el relevo los poderes económicos. El señor Woods ha sido presionado por sus patrocinadores quienes se colocan como jueces que sentencian y ejecutan sin derecho a legítima defensa. Han organizado un espectáculo digno de la más cruel purga estalinista o del auto de fe más deleznable. Sin sangre y sin fuego real, porque virtual lo ha habido y mucho.

Pero los patrocinadores que han presionado a este hombre, además de puritanos son hipócritas ¿Serían capaces de salir en la televisión y jurar delante de sus conciudadanos que sus directivos jamás han acudido a la prostitución? ¿Sería igualmente capaces de asegurar que nunca, pero nuca, han usado la prostitución para agasajar a sus mayores clientes?

Tal como dice el Evangelio: “El que esté libre de pecado que tire la primera piedra”. Y estos, libres de pecado me temo que no lo están.



NOTA: Aquellos interesados en saber hasta qué punto el puritanismo hipócrita domina la vida de los ciudadanos estadounidenses pueden visitar la página del Dr Marty Klein (http://www.sexed.org/). Es en inglés, lo advierto.

viernes, 26 de febrero de 2010

Medalla amarga

El COI expulsó el pasado día 23 de febrero de la Villa olímpica al ganador de la medalla de bronce de snowboard. La razón esgrimida por tan insigne comité fue el comportamiento obsceno del medallista durante la celebración del hecho.

Consideran contrario al espíritu olímpico colocarse una medalla en la cintura y dejar a una chica chuparla y lamerla con fruición. El día de autos el chaval decidió salir con sus amigos y en un bar de Vancouver y tras beber unas cuantas cervezas – o no, el hecho no ha trascendido – montó el numerito. Alguien fotografió la performance y la publicó en Internet. Vosotros mismos podéis verlas, son un auténtico escándalo.

Más de uno habrá pensado: “Pero si esto es una broma. El chaval es joven, casi un adolescente, se puede perdonar”. Si, claro. Pero se empieza por aquí y se acaba en Sodoma y Gomorra. Porque una intachable trayectoria jalonada de heroicas acciones en pos del respeto a los seres humanos no puede verse manchada por la acción de un inconsciente o, Dios no lo quiera, un pervertido con la testoesterona por las nubes. No es lo mismo dejar que Hitler organice unos Juegos Olímpicos que andar por ahí enseñando los abdominales. Donde va a parar, esto último es mucho peor.

Además: La mujer de César no sólo debe ser honrada, debe además aparentarlo. Bueno, en este caso debe aparentarlo sin más. Porque uno en su condición de voluntario olímpico en Barcelona 92 tuvo oportunidad de pasearse por la Vila Olímpica y ver cómo no era precisamente el puritanismo lo que definía el comportamiento de los atletas.

Y si el comportamiento de los atletas era, por emplear una palabra, más bien relajado, el de los directivos y representantes del COI podría muy bien calificarse de libertino. Una operación policial expulsó a las prostitutas de las calles de Barcelona durante el evento, pero los moublés y prostíbulos de la Ciudad Condal estaban a rebosar.

Quizá en Vancouver la cosa haya sido diferente, pero lo dudo. Sería una buena cosa apostar uno o varios fotógrafos delante de las mejores casas de prostitución de la ciudad, a ver que tipo de “buitre” cazaban. Quizá le sacaran colores a más de uno de los que ha tomado la decisión de empapelar a este “pajarito”. Expulsar al buitre ya es otro cantar, no creo que expulsen a nadie del COI por se putero. Medida prudente donde las haya, no fuera a pasar que se quedaran sin miembros.

lunes, 22 de febrero de 2010

La bisexualidad

Este sábado “La Noche temática” emitió un documental sobre este tema de nombre:
“El arte de la bisexualidad”. Recomiendo su visionado, cuando lo repitan porque no está disponible en la web de TVE. En él se destacaba cómo todavía se sigue considerando un tema tabú. Los heterosexuales los rechazan por tener relaciones con personas del mismo sexo y los homosexuales porque no toman partido por uno de los supuestos dos bandos.
Hemos pasado de una sexualidad orientada a la reproducción a una orientada a la pareja. Tan orientada a la pareja que ni siquiera nos deja pensar más allá de la sexualidad dual. O estás en un bando o estás en el otro. Ambos están bien pero hay que elegir. Bueno, uno de los dos bandos está mejor, concretamente el heterosexual, o eso opina la mayor parte de la sociedad. Pero lo inadmisible es no tomar partido.
Esta división es artificial, así como no existen (o hay poquísimos) hombres absolutos o mujeres absolutas, la mayoría de las personas tienen ambas orientaciones a la vez. Con preferencias, claro, como todo en la vida. Sin embargo tenemos una educación aún muy orientada hacia la heterosexualidad, más o menos permisiva con la orientación homo pero que obliga a escoger.
Es precisamente la comunidad gay la más militante en este sentido. Lo consideran un síntoma de inmadurez o de indecisión. O, una consecuencia de la opresión hetero: Los bisexuales serían seres oprimidos incapaces de expresar su homosexualidad gracias a la presión de la sociedad bienpensante.
Pero si veis el vídeo quizá lleguéis a una conclusión diferente. Se ve a mucha gente contenta, nada frustrada, con ganas de pasárselo bien y muy orgullosa de su condición. La verdad es que a uno le da hasta envidia. Habrá, como los hay en cualquier colectivo, personas inmersas en una experiencia angustiosa, no lo dudo. Pero también las hay en el colectivo homo y heterosexual.
El futuro va por aquí. A medida que las personas vayan tomando consciencia de su capacidad de elección, atenderán cada vez menos los cantos de sirena de los dualistas y se decidirán por no elegir. Por decidir en el momento según sus inclinaciones, diferentes de las de las otras personas, sin fijarse en el sexo y atendiendo a otras cualidades mucho más importantes.  
A medida que el Erotismo se vaya pareciendo a la Gastronomía, nos van a importar mucho más las sensaciones, el contexto y el arte del estímulo y nos fijaremos menos en los prejuicios sean estos homo o heterosexuales. 

domingo, 17 de enero de 2010

El deseo de ser seducid@

Vivimos una época exaltadora de la seducción. Todo el mundo aprende o quiere aprender a hacerlo. Bueno, todo el mundo masculino porque el femenino continúa anclado en la estrategia de resistencia pasiva. Por que, no nos engañemos, seducir no es ponerse unos tacones, un vestido ceñido y perfume de Chanel. Eso es proponerse como blanco de seducción.
Cualquiera de vosotros puede oír, en más de una ocasión, el siguiente comentario: “Los hombres de hoy no saben seducir” y también este otro: “A mí, si no me seducen…”. Y en la mayoría de las ocasiones es una voz femenina quién pronuncia estas palabras.
Me temo que detrás de frases como estas se encuentra otro deseo. El deseo de cumplir el rol de trofeo de conquista establecido en nuestra sociedad para las mujeres. Una de las acepciones de seducir es engañar con arte y maña.  No creo que las personas partidarias de “dejarse seducir” quieran conscientemente ser engañadas. Pero si creo que desean dejar al otro toda la responsabilidad.
La falsa creencia según la cual la persona pasiva escoge de entre todas las ofertas recibidas es falsa.  Es falsa, y basta un pequeño ejemplo para darse cuenta de ello. Imaginemos que vamos caminando por el Puerto Olímpico de Barcelona (Un lugar lleno de restaurantes y bares, lo explico para las personas foráneas). Durante el paseo vamos viendo los distintos locales. Algunos son caros, otros baratos, con platos apetitosos, con comida basura. Lo normal es elegir uno según el precio, el estilo de comida, la ambientación etc. Y a continuación entrar en él para cenar.
Ahora imaginemos que nos han educado a esperar la oferta del propietario, por que uno vale lo que vale y no va por ahí entrando en cualquier restaurante ¿Cuántos restaurantes buenísimos con platos deliciosos nos perderemos? Muchos, sin duda.
Pues bien, en el campo del ligue o de la seducción se la una circunstancia parecida. Las personas pasivas (La mayoría son mujeres pero existen cada vez más hombres pasivos) se pierden a una parte importante de posibles parejas. Porque nunca conocerán a personas tímidas o despistadas. Y nada indica que una persona tímida o despistada es peor amante que una impetuosa o agresiva.
Desde aquí aliento a todo el mundo a tomar la iniciativa. El no ya lo tienes y la frustración producida por el rechazo termina por superarse. No pasa nada. Además se debe respetar la libertad de los demás y aceptar el rechazo. Si est@ te ha dicho no, el o la próxim@ te dirán si. O no, pero al menos tendrás la conciencia tranquila por haberlo intentado.

viernes, 15 de enero de 2010

Mrs Robinson

Hace aproximadamente una semana saltó a los medios de comunicación un escándalo político con Irlanda del Norte como escenario. Al parecer, la mujer del primer ministro norirlandés consiguió para un amigo permisos municipales y un crédito utilizando su influencia.


Ese debería haber sido el eje central de tal escándalo, pero no lo fue. Al parecer el beneficiario de las gestiones no era un simple amigo, era su amante. A la señora la pillaron en una flagrante contradicción entre un discurso defensor de los valores tradicionales y su comportamiento.

Esa debería haber sido la razón del escándalo, pero no lo fue. El verdadero meollo, según los medios de comunicación, era la diferencia de edad entre ella (60 años) y él (19 años). Al parecer es mucho peor que se líe una señora madura con un joven que la hipocresía, el nepotismo y tráfico de influencias. Un efeto más del "corazonismo".

El “corazonismo” contamina los medios comunicación y distorsiona la realidad, llegando a desorientar a lectores y espectadores. Las prioridades han cambiado – bueno, cambiaron hace ya unos años – y ahora prima el espectáculo a la información. No es que se busque llamar la atención del espectador con elementos morbosos para ganar su interés y trasmitirle de forma más fácil el contenido informativo. Simplemente se magnifican los elementos del corazón por encima del valor informativo para captar más audiencia. Como consecuencia se banalizan las noticias y se ocupa espacio de análisis y reflexión. Pero eso no tiene importancia para los directores de informativos, se consideran efectos colaterales de la guerra mediática.

El mundo del corazón es conservador, carca diría yo. El exhibicionismo compulsivo y la familiaridad con la que toca algunos temas considerados obscenos le da un barniz trasgresor. Pero si rascamos en esa capa superficial encontraremos el mismo discurso de siempre: La exaltación del erotismo como forjador de familias y la demonización de todo aspecto lúdico fuera de la pareja.

Porque lo que realmente se considera escandaloso no es un asunto de corrupción menor sino que una señora haya decidido darle una alegría a su cuerpo con un yogurín. Tener deseo tras la menopausia continua siendo un atentado a las buenas costumbres.

No ocurre así con los señores. Basta comparar el benevolente trato recibido por Berlusconi a quien se le relacionó con una chica de dieciséis años con el dado a esta señora. Si bien hubo una cierta crítica – más de forma que de fondo- esta no puede compararse con la sufrida por Mrs Robinson. A la que se ha tildado de loca, vieja verde e incluso de ninfómana.

Este caso pone de relieve dos valores desgastados pero aún presentes en nuestro modelo de sexualidad: El sexismo y el fertilismo. Ambos derivados del gran paradigma que dominó el siglo XIX y la mitad del XX: La atracción erótica sólo es buena cuando lleva a la reproducción.

Sexismo porque no se trata igual a las mujeres que a los varones. Los programas del corazón hacen escarnio cada vez que alguna relación de este tipo se hace pública. Y essos mismos programas se guardan mucho de ridiculizar al famoso de turno casado con una mujer veinte, treinta o cuarenta años más joven.

La razón de tal diferencia en el trato se asienta el empeño patriarcal por prohibir el placer femenino, inútil e incluso contraproducente a la hora de asegurar la pertenencia a un varón. Porque una mujer, tras la menopausia, si tiene relaciones eróticas sólo puede motivada por el place. Un mal ejemplo para las jóvenes. El placer masculino si está permitido y, por lo tanto, tienen todo el derecho a disfrutar de cuerpos jóvenes hasta el final de sus días.

Fertilismo porque continuamos considerando como decentes sólo aquellas relaciones eróticas entre personas fértiles. Una mujer de 60 años seguramente ya no lo es, por lo tanto debemos considerar sus relaciones siempre ilícitas. Los varones pueden reproducirse hasta los setenta años, por lo tanto no violan en absoluto este principio.

Este es un ejemplo de cuan lejos estamos aún de disfrutar del Erotismo con la misma despreocupación con que disfrutamos de la comida.